Roy Youldous es el responsable de mercadotecnia, desarrollo empresarial y redes sociales de Tammuz, y tiene un máster en Comunicaciones y Administración de Empresas. Roy se unió al equipo después de su viaje de gestación subrogada, lo que le motivó a ayudar a otras personas a hacer realidad su sueño de tener hijos. A lo largo de los años, ha conocido a cientos de hombres y mujeres y les ha apoyado en sus viajes de gestación subrogada con paciencia, comprensión y mucho cariño.
Muy buenas, Roy. Cuéntanos qué provocó que tú y tu pareja decidierais embarcaros juntos en el viaje de la gestación subrogada.
Siempre hemos querido ser padres, incluso antes de conocernos. Poco después de empezar a salir, hablamos de preguntas como «¿cuál es la manera ideal?» y «¿cómo demonios se da el primer paso?». Sentimos que nuestro amor era lo suficientemente grande y que la relación era lo suficientemente estable como para formar una familia. Al principio estudiamos la posibilidad de la custodia compartida, pero rápidamente nos dimos cuenta de que este estilo de crianza es menos adecuado para nosotros. Queríamos establecer una unidad familiar y nos pusimos a ello.
¿Qué consideraciones tuvisteis en cuenta cuando os decidisteis por la gestación subrogada?
Empezamos el viaje en 2012, en un momento en que la información y las opciones eran bastante limitadas. La primera consideración y la más inmediata fue la económica: qué destino de gestación subrogada sería realista para que pudiéramos cumplir el sueño.
Otra consideración fue la relación con la madre sustituta. Aunque decidimos hacer un viaje por el este, era importante para nosotros establecer alguna relación con la madre sustituta.
Entendimos que en esto no habría una conexión profunda debido a las diferencias de cultura, idioma, etc., pero, durante todo el embarazo, le enviamos a la madre sustituta un vídeo y una carta y también recibimos fotos y vídeos de ella. Hasta el día de hoy estamos en contacto en Facebook. Además, era importante para nosotros elegir una donante de óvulos con las características adecuadas. Lo último, y muy importante, era elegir una empresa respetada y con experiencia, y así es como llegamos a Tammuz.
¿Por qué elegisteis Tammuz para que os acompañara en el proceso?
Tammuz era la agencia más grande y con más experiencia. Nos dimos cuenta de que un proceso tan complejo y desafiante es mejor que lo lleve a cabo una empresa con experiencia y conocimiento, y esta resultó ser la mejor opción para nosotros. El gran avance logrado por Doron (el fundador de la empresa) al hacer que los procesos de gestación subrogada fueran accesibles para los homosexuales cambió nuestras vidas. De repente, descubrimos que hay una manera de formar una familia mediante un procedimiento que, hasta ese momento, habría parecido algo sacado de una película de ciencia ficción.
Cuando decidisteis iniciar el proceso, ¿por qué elegisteis Tailandia?
No elegimos Tailandia. Al principio elegimos la India, principalmente por el posible coste (en comparación con la alternativa de los EE. UU. en aquellos años), pero, tras varios intentos fallidos en la India, hubo un cambio en la legislación del país y estuvimos en una situación difícil. No sabíamos cómo y si podíamos continuar el viaje. Hubo un período de espera que fue estresante, sobre todo porque ya habíamos gastado mucho dinero y no veíamos posibilidades de cumplir el sueño. Por suerte para nosotros, unos meses después, Tammuz encontró un nuevo destino y abrió la ruta de la gestación subrogada en Tailandia. Afortunadamente, el primer intento tuvo éxito y el resto es historia.
¿Qué tipo de apoyo tuvisteis en el viaje de la gestación subrogada? ¿Fue eficaz?
Hubo varios círculos de apoyo: primero Uri y yo estuvimos ahí el uno para el otro; establecimos la asociación y nos aseguramos de escucharnos, compartir, consultarnos y darnos espacio el uno al otro. En el segundo círculo estaba la familia extendida: padres, hermanas, abuelas, abuelos, tías, tíos y amigos que nos ayudaron económica y emocionalmente.
En el tercer círculo estaba Tammuz, que brindó apoyo personal y cercano, talleres de preparación para la paternidad y reuniones con profesionales y padres, quienes nos ayudaron a estar más preparados para ser padres. No puedes anticiparlo todo y no importa cuánto te prepares, organices, estudies y consultes: la paternidad va a seguir pillándote por sorpresa.
¿Qué impresión os causó la madre subrogada durante el proceso? ¿Estuvisteis en contacto durante el embarazo y el parto? ¿Estáis en contacto con ella a día de hoy?
El contacto con la madre sustituta fue muy limitado y no estuvimos realmente en contacto directo con ella durante el proceso, excepto por una serie de vídeos y mensajes enviados con la ayuda de Tammuz. La falta de conexión fue un desafío porque queríamos entusiasmarnos y había muchas preguntas e incertidumbres. No obstante, pudimos conocerla unas dos horas antes del nacimiento y fue una reunión maravillosa y emocionante, aunque también un tanto (muy) incómoda.
¿Tuvisteis algunas complicaciones o dificultades durante todo el proceso?
Sí, por supuesto. El proceso de gestación subrogada en sí es un reto. Es una experiencia emocional de altibajos, expectativas y decepciones, y mucho dinero. Las dificultades son principalmente la incertidumbre y la sensación de perder el control. El hecho de que todo se lleve a cabo a distancia y no tengas la capacidad de gestionar, comprobar y saber lo que ocurre en cada momento. Hay que confiar en mucha gente y esperar las respuestas hasta que lleguen (hora de Tailandia), y no es fácil.
Además, el coste del proceso es elevado y, en un momento en que no había programas «seguros hasta el parto», existía el temor de que no pudiéramos terminar el proceso si nos quedábamos sin dinero. ¿Y entonces qué haríamos? También es importante recordar que cualquier error/vuelta fallida, etc. retrasa el proceso de manera significativa. Y el cierre de la ruta de la India fue frustrante y temíamos no poder continuar el viaje en otro lugar.
El cambio a Tailandia también supuso un reto. Poco después de que comenzara el proceso y la madre sustituta quedara embarazada, comenzaron las manifestaciones y el régimen militar, lo que complicó el proceso y causó bastantes preocupaciones.
¿Cómo fue el período de embarazo en cuanto a las pruebas, la ecografía y el descubrimiento del sexo del recién nacido?
El embarazo transcurrió sin problemas. Las pruebas llegaron a tiempo y recibimos respuestas a todas y cada una de las pruebas.
Además, consultamos en privado a un ginecólogo que nos ayudó a sentirnos seguros. Cuando nos enteramos de que íbamos a tener gemelos, saltamos de alegría. Tras un largo período de intentos, esperas, decepciones y fracasos, fue una gran celebración. Doron llamó y dijo: «Hay un latido. Hay otro latido». Gritamos de emoción. Cuando nos enteramos de que eran dos niñas, la alegría fue aún mayor porque realmente era lo que queríamos.
Describe el nacimiento de las gemelas. ¿Cómo os sentisteis?
¡El momento más emocionante de nuestras vidas! Un mes y medio antes del parto planificado, recibimos una llamada de Tammuz diciéndonos que la madre sustituta se dirigía al hospital. Nos quedamos impactados. Cambiamos rápidamente los billetes de avión, reservamos un hotel, dejamos a nuestra perra Lucy con mi hermana y volamos al día siguiente mi madre, Uri y yo, que nos acompañaron y nos ayudaron mucho.
Llegamos al hospital poco antes del parto, conocimos a la madre sustituta y a los miembros de su familia, nos abrazamos y casi no podíamos creerlo. Fue un momento surrealista y desbordante. Durante el parto, esperaron fuera de la habitación porque era una cesárea y no se les permitía la entrada. Unos minutos más tarde vimos a las asombrosas y diminutas Elia y Liri llorando, poniendo fin al parto. Hubo muchas lágrimas y mucha emoción.
¿Cómo aconsejas a los futuros padres que superen las preocupaciones y presiones que existen en este proceso?
Desde luego, cada futura pareja/padre/madre procede de un lugar diferente, con distintas preocupaciones, miedos, habilidades y necesidades. En general, recomendaría en primer lugar comprobar las distintas opciones, reunirse con 2 o 3 agencias y comparar los distintos parámetros (país, clínica, contacto con la madre sustituta, donación de óvulos y, por supuesto, coste).
Después de eso, coordinad las expectativas con la agencia, discutid todo lo que surja, os moleste y os interese y explicad qué es importante para vosotros en el proceso, particularmente qué os molesta y qué os asusta.
Otra cosa: llegad preparados económicamente. Esto es para que no os estreséis cuando tengáis que buscar dinero durante todo el viaje. Se recomienda, para quienes lo necesiten, esforzarse en la relación y, si es necesario, involucrar también a un profesional/consultor que pueda acompañaros durante todo el proceso (y tal vez después), mediar en las grietas que existan y ayudar con la comunicación conyugal. Cuanto mejor sean los fundamentos, mejor preparados estaréis para ser padres.
Más allá de eso, se recomienda principalmente respirar durante todo el viaje, tener mucha paciencia porque es un proceso desafiante (lleno de altibajos), confiar en la empresa que habéis elegido y abordar el proceso con energía positiva y buena, ¡porque el resultado merece la pena!
Hoy formas parte de la familia Tammuz; cuéntanos cómo empezaste a trabajar allí.
Mi incorporación a la familia Tammuz fue algo muy natural. Ya durante el viaje me convertí en una parte informal de Tammuz cuando era editor de Mako Pride, donde proporcionaba ayuda a los medios de comunicación en la batalla legal para devolver a Israel a los niños nacidos en Tailandia.
Poco después del nacimiento, Doron, el fundador de Tammuz, sugirió que me uniera a la familia Tammuz, y fue una de las mejores decisiones que tomé. Trabajar en un campo tan importante es sumamente gratificante. Conozco a padres en una encrucijada tan especial en sus vidas, cuando llegan llenos de ilusión y con el gran sueño de ser padres. Es un gran privilegio y también una enorme responsabilidad formar parte del viaje de todos y cada uno de los padres.
Gracias Roy por la maravillosa entrevista.
Te deseamos mucha salud y felicidad con tus queridas hijas.
